–Yo no he estado en Nepal, en Australia o en India –le contó una Abuela de la Tribu Africana
a la incansable Viajera–. No conozco las estepas de Rusia, los volcanes de Italia, ni la muralla China.
No he subido al Kilimanjaro, a los Andes o a los Atlas, no he surcado el Amazonas o el Nilo,
ni he navegado el Mar Rojo o el Índico… –dijo con una sonrisa amable–.
Pero hace ya años que aprendí a conocer las colinas de mi cuerpo y los ríos que a veces cruzan mi cara.
A no temer el valle fértil de mi pelvis, la soledad y el silencio de mis desiertos o la lava de mis entrañas.
A conocer mis paisajes según los cambios de estación y el transcurrir de los años.
A nutrir bien mi tierra y a darle todo el aire que necesita mi cielo.
A internarme en el corazón de mi selva interna en busca de remedios y buena medicina.
A sonreírle a mis bosques cuando se hicieron de nieve y a saber gobernar la nave
cuando hay tormenta en mis océanos.
Dime, niña –le preguntó la mujer de ébano a la eterna Viajera–, ¿has explorado tus desfiladeros,
glaciares y arenas movedizas? ¿Conoces bien tus lagos, cuevas y simas?
¿Sabes diferenciar tus mareas, la influencia de la luna o por qué duelen tus cordilleras?
Tú que estás hecha de polvo de estrellas, ¿has viajado ya por tu propia geografía?
Myriam Aram
Este año está siendo un regalo para viajar hacia adentro.
Feliz recorrido 🌺
📕✨ Este texto pertenece a mi nuevo Libro "ABECEDARIO DE LA MUJER QUE SANA" (DISPONIBLE HACIENDO CLICK AQUÍ)
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Ilustración tomada de internet, desconozco el nombre de su autor/a
(si alguien lo sabe que me lo diga para poder citarlo).