–Veo que avanzas mucho más deprisa que antes –le dijo ella a su Amiga con admiración.
En los últimos meses había sido testigo de las hermosas sincronicidades de su compañera,
del crecimiento de su proyecto, de la aparición de nuevas personas que la complementaban y de las nuevas oportunidades que estaban surgiendo.
–¿Qué has hecho para tener más fuerza? –le preguntó queriendo aprender de ella.
–No tengo más fuerza que antes –le respondió su Amiga–. Pero sí tengo menos resistencias –sonrió–.
En vez de seguir cargando a cuestas con mi vieja personalidad, me detuve en el camino y revisé mis heridas y creencias. Desgranando mi interior, me di cuenta de la falta de Amor hacia mí misma: era yo quien cortaba mis propias alas,
la que impedía mi vuelo. Una parte de mí me veía empequeñecida y creía que no era lo suficiente valiosa para ser verdaderamente tenida en cuenta. En el no merecimiento, en la culpa, en el miedo a ser vista y brillar… vi el hilo rojo que me conecta con mi pasado y mis ancestras.
Busca tus resistencias –le dijo su Amiga–, y hallarás esa valla invisible pero real con la que constantemente tropiezas.
Deja de cortar tus propias alas ya.
Myriam Aram
Volemos ❤️
© Texto Myriam Aram
La ilustración es de Jimmy Lawlor