Hola amigos, hoy una mini-reflexión: ¿Alguna vez os habéis tropezado con alguien que os gusta y habéis visto su enorme POTENCIAL DE TRANSFORMARSE en vuestro “Príncipe” o “Princesa” ideal?
Vemos lo que él o ella podrían llegar a ser para nosotros. Vemos sus muchas virtudes, su buen corazón, lo bien que lo pasamos cuando estamos con él o ella…. Peeeeero… Pero sus amig@s… pero su familia, pero su carácter ligoncete… pero su afición por la ópera, los deportes de riesgo, irse de compras o jugar a los videojuegos… pero ese afán por salir todos los fines de semana hasta altas horas de la madrugada…
Muchas personas inician una relación obviando esos “peros” que le resultan tan molestos, o pensando que “ya cambiará con el tiempo”. Esto trae muchísimo sufrimiento a la pareja, porque es improbable que esa persona se transforme en quien nosotros deseamos.
Además, a nosotros tampoco nos gustaría que nadie iniciase una relación con nosotros queriendo que cambiásemos, sino aceptando y amando quienes somos, ¿verdad?
Si besas a una rana, es mejor que sea porque te fascina como rana ;)