“Hubo un tiempo en que el riesgo de seguir encerrada en el capullo
fue más doloroso que el riesgo que conllevaba florecer".
-Anaïs Nin-
¿Sabes a qué tic-tac me refiero? Porque hay muchos otros tic-tacs, de esos que suenan en los relojes de pulsera que pellizcan la piel o de los de cocina que te indican en cuánto tiempo tienes que sacar los huevos pasados por agua del cazo.
Hay muchas maneras de medir el tiempo de nuestro mundo, pero también existe un tiempo interno que marca nuestra vida a ritmo de corazonadas y nos dice cuándo ha llegado el momento de salir al exterior para abrirnos a las personas y dejar que nuestro ser florezca por fin.
¡El mundo está hambriento de cosas hechas
con amor!
¿Tú también te has fijado en que cada vez hay más gente llenando las calles de color, de alimentos sanos y comida cocinada con mimo, de educación y atención más humana y natural… de belleza, música, arte… ¡Hey, buscamos personas que hagan lo que aman y repartan sus dones, que necesitamos regresar al corazón!
Seguro que has visto que, a tu alrededor, hay quien guarda esa semilla que contiene sus dones entre las ramas más altas de un espino. Quieren protegerse intentando no plantarla porque, ¿qué pasaría si se equivocasen al intentarlo? ¿Y si terminasen fallando?
Otros guardan esa semilla en lo más profundo del bosque, donde crecerá como un hermoso árbol que prácticamente nadie llegará a ver. Las creencias de que es casi imposible vivir haciendo lo que aman o el miedo a ser criticados harán que sus frutos caigan al suelo y se pudran.
Y también están los que plantan su sueño en el borde de un camino. Allí por donde pasan otras personas que verán el árbol y podrán nutrirse con su fruta cuando lo deseen o necesiten.
Y tú, ¿dónde estás plantando tus dones?
En tu interior está la medicina que muchas personas necesitan. ¿Qué habrá gente a quien no le gustará nada lo que ofrezcas y te lo harán saber? ¡Por descontado! Yo creo que eso es parte de ese “regalo promocional” que nos llega por haber iniciado este camino cuya misión es hacernos más fuertes (ya sé que todos preferíamos la tostadora de regalo, pero esto es lo que hay).
Hoy estreno el blog por este deseo de compartir lo que mejor sé hacer. Para conversar contigo sobre lo que aprendo y leer de ti, aprendiendo sobre lo que desees contar. Me comprometo a escribir con toda mi capacidad de amar y desde mi verdad sincera. Lo haré lo mejor que sepa. Abrirme así es, sin duda, mi mayor temor en la vida a día de hoy, ¿qué te parece? Por eso me lanzo corriendo hacia mi miedo, porque cada uno lleva en su bolsillo la llave que abre la puerta de su propia cárcel.
Algunos posts vendrán con los cuentos que estoy escribiendo, y que tanto deseo que te inspiren y ayuden. Otros traerán reflexiones, citas, y también herramientas muy útiles que he ido encontrando y que seguro que te ayudarán a mejorar tu día a día, como me siguen ayudando a mí.
La semilla con tu don contiene en su interior raíces para agarrarse bien a la tierra y ramas para acariciar el cielo.
Te propongo que no la escondas, ni permitas que sus frutos caigan. Vamos a mostrarlas al mundo, ¿ok?
¿Vienes conmigo?
Myriam Aram